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UNAL y el Grupo Argos suscriben convenio para impulsar infraestructura sostenible
La vigencia del convenio es por cinco años. Fotos: Unimedios Medellín.
Eduardo Sánchez, gerente financiero del Grupo Argos, es economista de la UNAL y fue quien apalancó la iniciativa.
La UNAL y el Grupo Argos han adelantado otras acciones como la cátedra “Conversaciones que construyen”.
Algunos docentes, como Farid Chejne, de la Facultad de Minas, agradecieron la alianza por la posibilidad de fortalecer la investigación.
En la formalización del convenio estuvieron presentes docentes de las Sedes Bogotá, Manizales y Medellín.
El convenio también se considera como un vehículo para desmitificar el paradigma de que el trabajo entre academia e industria no es posible.
El convenio será efectivo durante cinco años, tiempo en el cual, además de trabajar en iniciativas encaminadas a la reducción de CO2,desde la academiase analizarán opciones para la construcción sostenible y el uso de energías renovables que tengan viabilidad financiera para propiciar nuevos desarrollos tecnológicos.
Inicialmente se comenzará con dos proyectos de investigación que cuentan con financiación de 328 millones de pesos y tienen a disposición equipos especializados de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) y colaboradores del Grupo Argos.
El profesor Farid Cortés, del Departamento de Procesos y Energía de la Facultad de Minas de la UNAL Sede Medellín, explicó que “uno de ellos consistirá en usar corrientes de emisiones que se generan en la industria cementera, de las cuales normalmente se hacen separaciones y que pueden oscilar entre el 40 y 60 % del valor de los procesos de recobro del crudo”.
“Nuestra idea es incorporar nanopartículas para reducir los costos adicionales y emplear las corrientes tal cual como salen para hacer aprovechamiento en la industria petrolera y de gas, aumentando las reservas del país y la productividad. Esto, obviamente, asociado con la descarbonización, que es una meta que se tiene tanto para 2030 como para 2050”.
Por su parte, la profesora Dolly Montoya Castaño, rectora de la UNAL, señaló que “es importante generar alianzas en pro de incentivar ideas que busquen apostarle al bienestar general […] es necesario cuidar el planeta, que es la casa común”.
Manifestó además que “a lo largo de la historia de la Universidad se ha dado la sinergia con las empresas; no es una actividad nueva. Lo bonito de la unión de voluntades es que se legaliza algo que venimos trabajando desde hace rato, y si las cabezas (de la organización y la institución) se comprometen, la tarea se hace. […] Con el convenio también se quiere enviar el mensaje de que unidos es posible construir sociedad y mejorar el desarrollo de la nación”.
El economista de la UNAL Eduardo Sánchez, gerente de Planeación Financiera y Riesgos del Grupo Argos, fue quien propuso y desarrolló la idea para generar las acciones conjuntas, reconociendo que en el proceso de gestar el convenio hubo dos grandes retos.
“El primer desafío fue tratar de romper el paradigma en cuanto a la división de la universidad pública y el sector privado”.
“El segundo, relacionado con la responsabilidad sobre las emisiones de CO2, se fundamentóen la búsqueda de un propósito transformador. Esto no es sembrar un árbol o cuidar una hectárea de tierra, sino de compensar el impacto que una actividad económica tiene sobre la sociedad y cómo eso puede escalarse hasta que miles de personas se beneficien”, explicó.
Al respecto, el profesor Camilo Younes Velosa, vicerrector de Investigación de la UNAL, destacó que “un aspecto importante en torno al convenio es la confianza mutua para hacer investigación en la que se converja de manera interdisciplinaria, se genere aprendizaje basado en problemas y armonización de los ejes misionales”.
El presidente del Grupo Argos, Jorge Mario Velásquez, define la relación entre academia e industria como “histórica y creciente”. En ese sentido, expuso que “trabajar en el desarrollo de tecnologías orientadas a mitigar y reducir los impactos del CO2 y usar la nanotecnología para la recuperación de petróleo son posibilidades que le apuntan a la sostenibilidad y a la conservación ambiental”.
En su opinión, “establecer esta alianza también significa reconocer la capacidad, formación y experiencia de la UNAL, de tal forma que es muchísimo lo que se puede hacer en el trabajo colaborativo. Esta relación es simbiótica: fortalece capacidades de investigación y contribuye a que se resuelvan problemas prácticos de las empresas con visión de largo plazo para atacar problemas comunes de la sociedad, como el cambio climático”.
Entre otras disposiciones, la alianza contempla un programa de reconocimientos y pasantías para estudiantes de la UNAL, quienes podrán realizar sus prácticas profesionales en Argos, Celsia, Odinsa y Summa, empresas del Grupo Argos. También facilitará oportunidades de empleo en las mismas organizaciones para los egresados de la Institución y se podrán adelantar actividades académicas como cátedras, seminarios o charlas para público de interés.
